Limitando La Rioja con Castilla y León, la Sierra Cebollera será nuestro objetivo en esta ocasión. Utilizaremos una ruta de 25km y 1200 metros de desnivel positivo, para recorrer gran parte de los dosmiles que rodean el barranco de Puente Rá y visitar sus conocidas cascadas. J. Benito será mi compañero esta vez, con quien llevaba tiempo planeando esta salida. Este es su reportaje: http://zieft.blogspot.com.es/2014/07/20140719-circular-sierra-cebollera.html
Desde Villoslada de Cameros, siguiendo la pista que avanza junto al río Iregua, se llega al cruce (Pontón del Achichuelo) de la pista que asciende a la ermita de Lomos de Orios (1.415m.). Esta ermita barroca del siglo XVII, de la que Hugo Fernández nos cuenta un par de leyendas en Mendikat.net ( http://www.mendikat.net/monte.php?numero=4279 ), será nuestro punto de partida. Avanzando hasta la fuente que hay junto al santuario, encontramos unas marcas naranjas y verdes que nos guían por el sendero que une Villoslada de Cameros con la ermita. Ganamos altura por un bonito pinar (NW) y terminamos llegando a un cruce de caminos. Aquí tomaremos el camino de la derecha, balizado también como “Sendero de Pajares”; el cual nos ayudará a seguir la línea del cordal, llegando enseguida a nuestra primera cima: Alto del Achicharre (1630m.). En este tramo nos siguió un tranquilo mastín que parecía llevar días sin comer… menos mal que unos pocos metros más adelante encontramos un cocido en el suelo que le sirvió para darse un buen festín… Allí nos despedimos de su compañía.
El siguiente paso es seguir el cordal en busca del Collado del Aspa (SE); primero avanzamos por prados y pinares, después los pinares destrozados por algún temporal se adueñan de los prados, mientras la pendiente se acentúa; y por último aparece el caos de rocas en el que nos orientamos mediante hitos. Desde el Collado del Aspa (1917m.), enfilamos hacia el Sur y siguiendo el sendero, coronamos la cima del Alto de Cueva Grande (2081m.), dominada por un gran hito.
Frente a nosotros se encuentra la inapreciable cima del Alto de La Gamella (2102m.), a la cual nos acercamos siguiendo el sendero entre el brezo y donde una simple losa con un hito de piedras sobre ella hacen las veces de cumbre. Pero es otro “dosmil”, así que la visita es obligada. Desde aquí nos ponemos como objetivo otra cima más llamativa a modo de fortaleza rocosa, es el Pico Verde que se encuentra hacia Oriente. Progresamos entre el brezo una vez más intentando buscar el paso más cómodo y tras una sencilla trepada coronamos la cima (Pico Verde, 2095m.); disfrutamos de vistas privilegiadas sobre el embalse de Pajares y la Mesa de Cebollera.
Ahora continuamos en busca de la cúspide de la sierra de Cebollera; rodeamos el circo glaciar (S) y nos subimos a los cortados de la Mesa de Cebollera, donde encontramos un impresionante bloque separado de la pared. En pocos minutos más alcanzamos el vértice y buzón con forma de mesa (Mesa de Cebollera, 2163m.).
El frío viento parece querer desanimarnos aquí; además, vemos como el cordal se muestra como una infinita meseta. Pero continuamos la marcha (SW) sin afrontar fuertes desniveles y alcanzar enseguida la cota de 2162m., correspondiente a La Mesa Sur. Dejando el cordal que se extiende hacia oriente de lado (Pico Laguna), continuamos ganando altura (S) suavemente para pasar primero junto a una chabola de losas y coronar después la cima del Alto de La Chopera (2135m.).
Perdemos altura hasta el siguiente collado (2095m.), mientras observamos la depresión del Hoyo Mayor a nuestra derecha. Afrontamos otro breve repecho y alcanzamos la cima que da nombre a la sierra: Cebollera (2141m.). Un buzón a modo de tronco y hacha, y un vértice sobre un pilón de losas son los únicos habitantes de esta cumbre.
Nuestro próximo objetivo es el Telégrafo (2081m.), de lejos se ve el gran montón de piedras que corona la cima. Apenas tendremos que recorrer 1,5km desde el Cebollera para alcanzarlo; queda a tiro de piedra. Y tras esta cima, volveremos a perder altura siguiendo el sendero (NW) para después comenzar a ascender hacia el Peñón de Santosonario. Pero a medio camino abandonaremos el sendero y nos adentraremos en el brezal, a nuestra derecha; en busca de otro “dosmil” inapreciable: Cuesta Bellida (2001m.). Hay dudas sobre si esta cima realmente supera los dosmil metros, pero ya que estamos ahí… no la podemos dejar de lado.
Y una vez más regresamos al sendero para atacar la última cumbre de la jornada. Cuando vemos la cresta que se desprende de la cima, decidimos subirnos a ella a pesar de que no es necesario. Así le damos un poco más de ambiente a la ruta, y superando los grandes bloques, terminamos alcanzando los buzones (Santosonario 2058m.). Desde aquí se disfruta de la vista sobre las cimas más occidentales de la sierra: Castillo de Vinuesa y Buey.
Pero a partir de aquí comienza nuestro camino de regreso. Destreparemos como si quisiéramos volver al cordal que seguíamos, y después giraremos hacia el Norte rodeando la cima; para seguir la cuerda que se extiende en esa dirección. Tras aproximadamente kilómetro y medio desde la cima, deberemos fijarnos en unos hitos que nos ayudarán a buscar el cortafuegos que desciende (NE) a la pista que recorre toda la sierra a media altura. Según salimos a la pista, la atravesamos para buscar un viejo camino que salva un gran desnivel, dibujando varias zetas hasta alcanzar el arroyo de Puente Rá.
Seguimos el cauce del río mientras disfrutamos de los saltos y cascadas, y decidimos parar en uno de los pozos para comer algo y poner los pies a remojo. La verdad que si el día fuese más caluroso, el baño no nos lo iba a negar nadie… Después pasamos junto a la más alta de las cascadas de Puente Rá, donde nos topamos con un grupo de Scouts (este camino es muy frecuentado por “domingueros”) y tras sacar unas fotos proseguimos la marcha hasta llegar a un cruce, donde un cartel nos señala el sendero que en 2,7km lleva a la ermita de Lomos de Orios.
Ascendemos por el sendero balizado (E), que gana altura por un bonito pinar y nos lleva hasta la Majada de las Disecadas. Allí se gira a izquierda y se llega a la pista que recorre la sierra. Y ya solo nos queda un suave descenso a la ermita, nuestro punto de partida. Una gran vuelta para conocer la Sierra de Cebollera, sin lugar a dudas.