Nacimiento del Río Larraun

Publicado: 8 enero, 2009 en Navarra
 
 
 
  El arroyo Ertzilla en Iribas, que más adelante se convertirá en el Larraun; es el centro de atención de esta visita. Los sumideros de Aitzarrateta y Basakaitz y la sima de Lezegalde, serán los mejores atractivos de esta circular de 8km y 200 metros de desnivel.
 
Mapa y perfil.
 
 
  Al pueblo navarro de Iribas, se llega desde Lekunberri; en la entrada del mismo, hay un aparcamiento habilitado donde dejaremos el coche. Según bajamos del coche, un cartel nos informa sobre nuestro recorrido; los primeros pasos nos llevan a través del pueblo siguiendo las marcas del sendero local, hasta llegar a una pista forestal a las afueras. El camino nos lleva en dirección Sur-Suroeste, rodeando la loma de Baratza. La pista se bifurca cuando llevamos un kilómetro de marcha, y aunque el cartel nos marca que se sigue por la derecha, nosotros optamos por el camino de la izquierda que baja hacia el río.
 
Partimos de la entrada de Iribas.
 
La pista balizada.
 
A la izquierda…
 
  Pronto la pista dibuja una curva cerrada a la izquierda, y es en este punto donde la abandonamos y tomamos el sendero a mano derecha que baja hacia el cauce. Desde aquí, no tardamos más que unos  minutos en llegar al islote que rodea el arroyo Ertzilla para después desaparecer bajo la tierra. Las ramas se apilan en el punto que desaparece el agua, llevadas hasta allí por la corriente en días de fuertes lluvias.
 
Abandonamos la pista.
 
Un cartel nos avisa de la situación del sumidero.
 
  Continuamos el paseo por el sendero, paralelos al río; que poco a poco va girando y tomando una clara dirección Oeste. Cruzamos un descampado cercano a una granja (junto a la cual pasaremos a la vuelta), cuando avistamos por primera vez las paredes de las que nace el río Ertzilla. Pasamos por una bifurcación, el camino que viene por la derecha lo utilizaremos para la vuelta; pero ahora seguimos de frente junto al río; hasta que en unos minutos llegamos por fin a Aitzarrateta.
 
Descampado.
 
 
Llegamos a Aitzarrateta.
 
 
  En Aitzarrateta nos encontramos con los restos del molino que funcionó hasta principios del siglo XX., y un poco más alante, la causa de nuestra visita: la surgencia del Ertzilla (recordemos que después pasará a llamarse Larraun). El ruido de la cascada se convierte en música para nuestros oídos, y las limpias aguas casi nos invitan a un baño… Pero hay que proseguir con nuestra ruta.
 
La presa.
 
La cascada.
 
Restos del molino.
 
La surgencia.
 
Panorámicas del lugar.
 
 
 
  Volvemos hasta la bifurcación mencionada anteriormente, y continuamos por la pista para enseguida pasar junto a la granja que vimos desde el descampado. Después, esta gira a la izquierda y nos lleva a un nuevo cruce; en esta ocasión tomamos el camino de la izquierda para seguir por el PR que lleva hasta la ermita de San Miguel. Al llegar a la altura de un precioso caserío, nos encontramos con una nueva bifurcación; una vez más por el camino de la izquierda, camino de San Miguel. El sendero coje ahora su máximo explendor, se transforma en una calzada de piedra, rodeada de musgo y árboles centenarios.
 
Volvemos a la bifurcación.
 
Pasamos junto a la granja.
 
A la izquierda, hacia San Miguel.
 
Seguimos por el PR.
 
El musgo reina en el bosque.
 
 
 
  Llegamos a un nuevo cruce, cuando debemos abandonar el PR; para ello, seguiremos por el sendero de la izquierda. Pronto pasamos junto a la borda de Juanene y la senda nos lleva hacia el Este, hasta llegar a la borda de Urtxune. Aquí, enlazamos con otra pista y seguimos en el sentido de la marcha; para después descender denuevo hacia el río Ertzilla. Una vez abajo, un nuevo cruce en forma de V nos obliga a tomar la pista a mano derecha para ir hacia la sima de Lezegalde. En épocas de fuertes lluvias, el agua llega hasta aquí para desaparecer creando una gran cascada, y resurgir después en la surgencia de Basakaitz.
 
Abandonamos el PR, a la izquierda.
 
Borda de Juanene.
 
Borda de Urtxune.
 
Continuamos por el camino.
 
Llegamos a la sima de Lezegalde.
 
 
  El camino prosigue río abajo, y siguiendo las balizas llegaremos hasta Basakaitz. Resulta impresionante ver como un río con un caudal importante, nace de la nada. Tras las obligadas fotos, tomamos el sendero que asciende por la izquierda de la surgencia y que nos lleva directamente al lugar donde dejamos el coche.
 
Las balizas nos llevan río abajo.
 
 
…y llegamos a Basakaitz.
 
 
El agua sale de la nada.
 
Tomamos el sendero junto a la surgencia.
 
Llegando al final.
 
 
 
 

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