Hace algo más de un mes, nos fuimos a pasar un fin de semana a la Hoya de Huesca, concretamente nos hospedamos en la Casa Chancabez (Murillo de Gállego), donde ya habíamos estado anteriormente y sabíamos que nos tratarían bien. El primer día lo dedicamos a una ruta que partiendo de Ayerbe nos llevaría al Castillo de Loarre, la Torre de Marcuello y los Mallos de Riglos. El segundo hicimos kanoraft por la mañana en el río Gállego y otra ruta de BTT por Agüero. Aquí os va la descripción de la primera ruta:
Este es un recorrido de 47,5km y 1.000 metros de desnivel, ideal para rodar ya que en su mayoría recorre pistas de grijo y pistas forestales de tierra-polvo. Nuestro punto de partida es Ayerbe; desde la plaza central (donde hay aparcamientos) tomamos la carretera que lleva a Loarre y tras cruzar el puente que pasa sobre las vías del tren, giramos a la derecha tomando una senda entre campos de cultivo. Más adelante debemos cruzar brevemente un terreno privado, pero sin problemas, ya que en pocos metros tomamos otra pista que nos llevará hasta Jabarrillo junto a campos cosidos de amapolas y con Loarre a la vista.
De Jabarrillo nos dirigimos al embalse de Las Navas por unas amplias pistas en las que encontraremos carteles de “centroBTT”. Paramos a sacar alguna foto en el embalse y continuamos todo de frente hasta llegar a Loarre. Entramos en el centro del pueblo para coger agua en una fuente (el sol calienta de lo lindo aquí…) y seguimos calle arriba tras la huella de los carteles que nos guían hacia el castillo. Tomamos una pista en fuerte ascenso a mano izquierda, para no tener que dar un largo rodeo por la carretera. Aquí empieza el ascenso más duro de la jornada, aunque es llevadero. Luego enlazamos con la carretera y la seguimos hasta llegar al famoso castillo de Loarre, un auténtico lugar de cuento (es la fortaleza románica mejor conservada de Europa).
Tras las fotos de rigor, retrocedemos casi dos kilómetros bajando por la carretera hasta encontrar la bifurcación que nos llevará al castillo de Marcuello (NW) por pistas forestales a media altura de la Sierra de Loarre. Se trata de un tramo semi-llano de 9,8km que se hace muy llevadero, buenas vistas y tramos rápidos asegurados. Cuando estamos bajo la Peña del Sol, se comienzan a aparecer ante nosotros la ermita de Marcuello, la torre en ruinas y las ruinas de la ermita de San Miguel (s.XII).
Paramos junto a la ermita de la Virgen de Marcuello para hacer el hamaiketako; un balcón natural nos presenta sus mejores vistas hacia el Mirador de los Buitres, nuestro próximo objetivo. Retomamos la pista y en la próxima bifurcación seguimos a la izquierda; el de la derecha será el camino que utilizaremos para el descenso. Tras una corta subida llegamos al Mirador de los Buitres, que bien podría ser llamado el Mirador de Riglos. La vista sobre los Mallos es impresionante y se ve claramente la pista por la que bajaremos hasta el pueblo.A escasos metros de nosotros vemos que se inicia una via ferrata de dificultad alta.
Regresando a la bifurcación descendemos hasta el siguiente collado y abandonamos la pista tomando el sendero que a nuestra izquierda se adentra en el barranco de La Mota. Aquí comienza un descenso técnico, por un sendero estrecho con algo de piedra suelta, que le dará a la ruta el juguillo que le faltaba. Tras salir del callejón entre los paredones que nos rodean, el sendero se convierte en pista y nos permite bajar a toda velocidad hasta Riglos mientras pasamos por debajo de todos los Mallos.
Llenamos los camelbacks en la fuente del pueblo y buscamos la carretera general (HU-310). Tras 2,5km aproximados, abandonamos el asfalto para continuar por un camino de tierra a nuestra izquierda. Pasaremos bajo el Mirador de Los Buitres por un camino algo rompepiernas, hasta llegar a Linás de Marcuello. Tras cruzar el pueblo entero, continuamos por una pista a la derecha que nos lleva en un largo descenso hasta la carretera A-132, tras haber cruzado un paso sobre las vías del tren. Una vez estamos en la general ya, giramos a la izquierda y rodamos nuestro último kilómetro hasta Ayerbe; donde lo primero que hicimos fue comprar after-sun para paliar las quemaduras que teníamos en brazos y piernas…