Hace unas semanas, aproveché el finde para pasarlo en compañía de mis amigos en el Tologorri. Hacía tiempo que no nos juntábamos para pasar un par de días en nuestra chabola; así que ya no podíamos dejar pasar la ocasión. La idea era subir el sábado al mediodía, por la tarde hacer la ferrata del Ungino, y el domingo por la mañana hacer una circular en torno a la cima del Tologorri.
Nada más arrancar, una foto de grupo para el recuerdo:
Y de allí hasta el portillo de La Barrerilla llegamos en un abrir y cerrar de ojos, Josu y Gerva se portaron muy bien manteniendo un buen ritmo. Por el camino nos distraímos hablando de la ferrata que haríamos a la tarde y la parrillada de la noche.
Otra foto de grupo en el portillo.
Y después por La Ponata hasta nuestro refugio.
Una vez en el refugio, nos acomodanos y dejamos las cosas en su sitio, para comer enseguida y arrancar lo antes posible hacia el Ungino.
Aunque el tiempo no era muy favorable, al llegar al Portillo de Atatxa, Josu, David y Aimar se equiparon con los arneses dispuestos a hacer la ferrata. Yo ya tenía la ferrata hecha, así que como no teníamos más arneses, me quedé con Gerva en el portillo viéndoles a los otros.
Les pudimos vigilar durante un buen rato…
Josu en el rápel.
Cuando les perdimos de vista, Gerva y yo nos dirigimos hacia la cima del Ungino. En el camino nos cruzamos con un pastor que se nos puso a hablar de accidentes que había habido en la zona a cuenta de las simas… se le veía con ganas de tener compañía, ya que no dejaba de hablarnos; verdad Gerva? Una vez en la cima ya, descansamos un rato hasta que vimos aparecer a los demás en la lejanía, por el portillo de Las Escalerillas. Fue un agrado verles, ya que el viento había estado pegando muy fuerte y no eran las mejores condiciones para hacer la ferrata.
Aimar en el Ojo del Ungino.
Y del Ungino nos dirigimos a la chabola, para después repartir las taréas de recoger agua y leña. Algunos jugaban con la leña mientras otros la recogían…
A la hora de cenar, menuda parrillada se pegaron algunos…
Y tras llenar los estómagos, a probar la cámara de fotos de Josu.
Menudas cosas se pueden hacer con unos cuantos segundos de tiempo de exposición…
Parece la chabola de los fantasmas…
Para amenizar la noche, que mejor que una buena partida al Jenga
Es increíble las poses que pone la gente jugando a este juego.
Aunque luego parece que algunos se aburrieron del juego y prefirieron hacer algo más «extremo», nueva modalidad de deporte: Bloque-chabola.
Incluso hubo apuestas de por medio… aunque será mejor no recordarlo, no vaya a ser que alguno tenga que romper su cerdito…
Por fin entraría el sueño después de la sesión de bloque, así que… todos a dormir.
A la mañana siguiente, Gerva y Josu bajarían temprano. David, Aimar y yo decidimos hacer una circular a la cima del Tologorri; para cumplir con la costumbre…
Vemos la proa del Tolo
Foto de cima
Aimar pensando en posibles escaladas de la zona…
La cara Norte del Tolo se presenta muy vertical…
Y a la vuelta había que saciar la sed en la fuente de Iturrigorri.
Cuando llegamos a la chabola comimos, después recoger todo y directos para abajo. Había sido un gran finde, bien aprovechado; pena que había que bajar para al próximo día trabajar…