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Tenía un par de días libres y quería volver a irme de travesía con Mikel; después de que él hubiera vuelto hacía unos días de la gran travesía que le ha llevado desde Austria hasta Finisterre, atravesando los Alpes, Pirineos y Cordillera Cantábrica. Y qué mejor aventura que una travesía por el Macizo Central de los Picos de Europa: el primer día (16km, +2,200m.) subiríamos por la Jenduda, para rodear el Peña Vieja y ascender por el Canal del Vidrio; para luego deslumbrarnos con el Urriellu desde la Collada Bonita y bajar a vivaquear junto al refugio Delgado Úbeda. El segundo día (16,5km, +1,100m.) por el Jou Sin Terre al collado de Horcados Rojos y la cima homónima, luego a la histórica Cabaña Verónica y de allí al collado del Tiro Casares, para descender hasta la verde Vega de Liordes y regresar a Fuente De por los Tornos de Liordes. Una de las mejores formas para conocer este sector…

Mapa de la primera etapa.

Mapa de la primera etapa.

Perfil de la primera etapa.

Perfil de la primera etapa.

Mapa del segundo día.

Mapa del segundo día.

Perfil segunda etapa.

Perfil segunda etapa.

Arrancamos pronto de Llodio y en unas 3 horas llegamos a Fuente De. Nos tomamos con calma los preparativos; tenemos todo el día para caminar y sabemos que será una jornada dura. Así pues, tomamos el sendero que asciende hacia la pared (NW) y pronto dejamos a nuestra izquierda el desvío que lleva a los Tornos de Liordes, por donde descenderemos mañana. El sendero dibuja una V después y se vuelve más pronunciado al superar un canchal. Ya vemos la brecha que se abre en la pared, la cual nos indica que comenzamos a entrar en el famoso Canal de La Jenduda.

Seguimos el camino hacia la pared.

Seguimos el camino hacia la pared.

Ganando altura hacia la brecha.

Ganando altura hacia la brecha.

Llegamos a la brecha del canal de la Jenduda.

Llegamos a la brecha del canal de la Jenduda.

Al de poco de encajonarnos encontramos la mayor dificultad de este ascenso, que se trata de un resalte de unos 3 metros, bastante pulido, en el que hay instalada una cuerda. Nos ayudamos de ella y trepamos unos pocos bloques hasta salir a un terreno más sencillo. Al final del canal la pendiente es muy pronunciada y nos ayudamos de las manos en algún momento para avanzar mejor.

El paso de la cuerda.

El paso de la cuerda.

Mirada atrás.

Mirada atrás.

El canal se pone bastante "pindio" en la parte final.

El canal se pone bastante «pindio» en la parte final.

Una vez en el collado, atravesamos la vaguada que tenemos frente a nosotros y nos dirigimos a la derecha(W); atravesando los restos mineros hasta enlazar con la pista que va de El Cable hacia La Vueltona. En este momento Mikel comenta que le apetece ir hasta la estación superior del teleférico, así que allí que vamos, mientras nos vamos cruzando con chicas que con sus parisinas parece que vienen de pasarela y todo tipo de fauna… La verdad es que merece acercarse por las increíbles vistas a la Peña Remoña o la montaña Palentina.

Peña Olvidada.

Peña Olvidada.

Una mirada a Peña Remoña.

Una mirada a Peña Remoña.

Abajo queda Fuente De.

Abajo queda Fuente De.

Estación superior de El Cable.

Estación superior de El Cable.

Pero hay que continuar con la marcha, así que regresamos sobre nuestros pasos para ascender por la pista hasta la Horcadina de Covarrobres, bajo Peña Olvidada; y de allí descender camino al Chalet Real (NW), recordando alguna batalla vivida en el Pico Cortés, mientras no despegamos la mirada del Macizo Oriental. A la altura del Chalet Real nos tumbamos en un descampado para disfrutar del sol y comer algo; cerca queda la fuente de Resalao por si hicera falta…

Camino al Chalet Real.

Camino al Chalet Real.

Chalet Real y Macizo Oriental.

Chalet Real y Macizo Oriental.

Luego seguiremos el sendero que se dirige a las blanquecinas Minas de Las Mámforas (N), que de lejos casi parecen estar nevadas. Pero sin bajar a estas, vemos claramente el canal por el que nos toca subir ahora: la Canal del Vidrio. Se trata de una canal bastante descompuesta, en la que debemos ir pegándonos a la pared izquierda y que se va estrechando poco a poco, hasta salir por un sendero aéreo a una amplia ladera. Luego, en contínuas zetas, se supera el fuerte desnivel hasta situarnos junto al pico de La Garmona.

Un poco más abajo quedan las Minas de Las Mámforas.

Un poco más abajo quedan las Minas de Las Mámforas.

Por la descompuesta Canal del Vidrio.

Por la descompuesta Canal del Vidrio.

Sendero expuesto antes de salir a la ladera.

Sendero expuesto antes de salir a la ladera.

Seguimos subiendo hacia La Garmona.

Seguimos subiendo hacia La Garmona.

Mirada a Peña Vieja desde el collado.

Mirada a Peña Vieja desde el collado.

Panorámica desde La Garmona en la dirección que debemos seguir.

Panorámica desde La Garmona en la dirección que debemos seguir.

Con rumbo Norte-Noroeste, nos adentramos en el karst que pasando bajo el Tiro de Santiago, lleva al grandioso Hoyacón de Villasobrada; teniendo cuidado de no caer en ninguna sima. Tras dejar esta gran depresión a nuestra izquierda, ganamos altura con la vista vuesta en la Torre del Oso; pero pronto veremos como una serie de hitos nos guían hacia la collada que se sitúa a nuestra izquierda, junto a un “diente”. Se trata de la Collada Bonita, y es normal que se llame así; porque al llegar a ella se abre ante nosotros una de las mejores perspectivas de la cara Sur del Naranjo de Bulnes.

Hoyacón de Villasobrada.

Hoyacón de Villasobrada.

Avanzamos hacia la Torre del Oso.

Avanzamos hacia la Torre del Oso.

Ascendiendo a la Collada Bonita.

Ascendiendo a la Collada Bonita.

Lo primero que vemos al llegar a la Collada Bonita.

Lo primero que vemos al llegar a la Collada Bonita.

En la bajada al Jou Tas el Pico hay que tener un poco de cuidado de no resbalar, pero se hace sin problemas. Poco a poco iremos girando a la derecha (N) para alcanzar el Collado de La Celada (2,239m.) y bajar después por el canal homónimo. En este momento nos engulle la niebla, anulando nuestras esperanzas de admirar las paredes del Picu; así que nos centramos en los hitos y los sencillos destrepes. Poco a poco nos tendremos que ir arrimando a la pared de la izquierda, para rodear el Naranjo y llegar en ligero ascenso al refugio Delgado Úbeda (1,960m.); fin de trayecto. El resto del día lo pasamos buscando el mejor vivac (los hay a montones), hidratándonos, tomando un cola-cao calentito, sacando fotos y preparando nuestro “campamento”.

Todo lo que queda sobre el Jou tas el Picu.

Todo lo que queda sobre el Jou tas el Picu.

No podemos dejar de mirar el Picu.

No podemos dejar de mirar el Picu.

Camino al Collado de La Celada.

Camino al Collado de La Celada.

Nos damos la vuelta para ver la Collada Bonita y el descenso realizado.

Nos damos la vuelta para ver la Collada Bonita y el descenso realizado.

La niebla nos engulle entrando al canal.

La niebla nos engulle entrando al canal.

Sencillos destrepes por La Celada.

Sencillos destrepes por La Celada.

Nos pegamos a la pared para rodear el Picu.

Nos pegamos a la pared para rodear el Picu.

Llegamos al refugio.

Llegamos al refugio.

El segundo día decidimos levantarnos para sacar unas fotos del amanecer, así que comenzamos a caminar sobre las 8h. Con rumbo suroeste en nuestros pies, seguimos el sendero que nos lleva a un cortado tras el cual se encuentra el Jou Sin Tierre. A la derecha se encuentra el paso que evita tener que destrepar y luego el sendero avanza a media ladera por la izquierda del Jou. El siguiente collado al que se llega es la Garganta de Los Boches (2,148m.), donde se nos abre una amplia panorámica dentro del valle encajonado en el que nos encontramos: de izquierda a derecha veremos los Picos de Santa Ana, la Torre de Horcados Rojos y el Pico Tesorero. Dejamos a nuestra derecha el Jou de los Boches y nos paramos frente a la inmensa pared del Horcados Rojos, que nos hace sentir pequeños…

Así pasamos la noche para aislarnos del rocío, con la tienda MS y un plástico.

Así pasamos la noche para aislarnos del rocío, con la tienda MS y un plástico.

Foto de rigor con el Naranjo de Bulnes detrás.

Foto de rigor con el Naranjo de Bulnes detrás.

Bonito amanecer.

Bonito amanecer.

Mikel disfrutando del comienzo del día.

Mikel disfrutando del comienzo del día.

El Naranjo y a su sombra el refugio Delgado Úbeda.

El Naranjo y a su sombra el refugio Delgado Úbeda.

Frente a nosotros el Jou sin Tierre.

Frente a nosotros el Jou sin Tierre.

Atrás queda el cortado de entrada al Jou Sin Tierre.

Atrás queda el cortado de entrada al Jou Sin Tierre.

Pequeños destrepes en la zona del Jou.

Pequeños destrepes en la zona del Jou.

El camino a seguir es claro.

El camino a seguir es claro.

Llegamos a la Garganta de los Boches.

Llegamos a la Garganta de los Boches.

Cordal entre Tesorero y Arenizas.

Cordal entre Tesorero y Arenizas.

La Torre de Horcados Rojos frente a nosotros; por esa pared hay que subir.

La Torre de Horcados Rojos frente a nosotros; por esa pared hay que subir.

Decidimos comer algo para dar tiempo a dos montañeros que han entrado antes que nosotros en la pared, y así evitar que nos caiga alguna piedra. Tras veinte minutos vemos venir más gente, así que arrancamos ganando altura dibujando zetas sobre terreno descompuesto y llegamos enseguida al famoso cable que sirve de ayuda en esta subida (con tiempo seco no es necesario usarlo). Se trata de un pronunciado ascenso, algo expuesto pero con buenos agarres en todo momento. Mikel se lo toma con ganas y me lleva con la lengua fuera, tal es su ritmo que alcanzamos a la otra pareja justo antes de llegar al Collado de Horcados Rojos (2,343m.). La verdad que me gustó mucho este acceso.

Llegamos al cable.

Llegamos al cable.

Son trepadas sencillas (I).

Son trepadas sencillas (I).

Mirada atrás hacia el Picu cuando estamos llegando al collado.

Mirada atrás hacia el Picu cuando estamos llegando al collado.

Tras sacar unas fotos decidimos ascender a la cercana cima de La Torre de los Horcados Rojos, sin nieve no tiene ningún misterio. Al llegar a la cresta hay dos opciones, o pasar por un sendero expuesto (es un peligro innecesario) o subirse a la antecima y acceder desde ella a una terraza desde la que se trepa sin peligro a la cima; punto culminante de nuestra travesía (2,506m.). Desde aquí podremos disfrutar de una panorámica de 360º sobre todo el Macizo Central, y en nuestro caso, de una agradable charla con un grupo de Holandeses también.

Panorámica según vamos subiendo a la cima.

Panorámica según vamos subiendo a la cima.

Una paradita para observar el paisaje.

Una paradita para observar el paisaje.

Metros finales antes de llegar a la cima.

Metros finales antes de llegar a la cima.

Mikel va por el sendero expuesto, a la izquierda se ve la terraza que es más segura.

Mikel va por el sendero expuesto, a la izquierda se ve la terraza que es más segura.

Buzón de Horcados Rojos.

Buzón de Horcados Rojos.

Cota máxima de nuestra travesía.

Cota máxima de nuestra travesía.

Panorámica hacia los Picos de Santa Ana.

Panorámica hacia los Picos de Santa Ana.

Panorámica del resto del Macizo Central desde la cima.

Panorámica del resto del Macizo Central desde la cima.

Zoom hacia Cabaña Verónica.

Zoom hacia Cabaña Verónica.

El siguiente paso es bajar por el mismo camino de subida y desde el collado coger el camino a Cabaña Verónica (S), viéndonos obligados a cruzar algún nevero. Tras perder algo de altura, superamos otra breve subida hasta la famosa batería antiaérea de un portaaviones, reconvertida en refugio. Las cabras dominan el lugar mientras acosan a los montañeros en busca de comida,si no que se lo pregunten a Mikel… Comemos y tras hablar con el guarda sobre el estado del camino que nos queda por delante, arrancamos de nuevo dirección a una corta cresta que se ve al Oeste. Una serie de puntos rojos nos guiarán en este tramo. Tras superar la arista de la que hablábamos (más ancha de lo que parece de lejos), nos encontramos con un karst caótico; perdemos altura y nos topamos con una pared en la que hay que superar una breve trepada (I-II).

Camino a Cabaña Verónica.

Camino a Cabaña Verónica.

Llegamos a Cabaña Verónica.

Llegamos a Cabaña Verónica.

Haciendo amistad con las cabras...

Haciendo amistad con las cabras…

Se respira tranquilidad junto al refugio.

Se respira tranquilidad junto al refugio.

Nos acercamos a la arista que hay que superar.

Nos acercamos a la arista que hay que superar.

Avanzamos por un karst caótico.

Avanzamos por un karst caótico.

A lo lejos se ve la trepada.

A lo lejos se ve la trepada.

En plena acción.

En plena acción.

Una vez más vemos como tenemos que cruzar un par de neveros, y después nos encontramos ya subiendo a la Horcada de Casares (2,350m.). Volvemos a toparnos con los Holandeses, y nos ofrecen un trago de Whisky “¡Too heavy for me!” les digo mientras se ríen… Tras el breve descanso descendemos siguiendo los hitos y las marcas de pintura, pero al llegar a la Collada Ancha, improvisamos y decidimos bajar por el Jou del Sedo en lugar de seguir las marcas. Llegamos a una cueva, creo que se trata del Pozo Bajo del Sedo (-798m. desnivel, 999m. recorrido). A continuación cogeríamos erroneamente el camino que lleva al Pico de la Padiorna, por lo que nos vimos obligados a corregir y perder altura hacia nuestra derecha, hasta llegar al cortado que nos separa de la Vega de Liordes (¡qué paisaje!).

Cruzamos los neveros con el collado cerca ya.

Cruzamos los neveros con el collado cerca ya.

Estas son las vistas que tenemos al llegar al collado.

Estas son las vistas que tenemos al llegar al collado.

Nos acercamos a la entrada de la cueva.

Nos acercamos a la entrada de la cueva.

Tomamos el camino hacia la Padiorna equivocadamente.

Tomamos el camino hacia la Padiorna equivocadamente.

Es increíble ver aparecer la Vega de Liordes.

Es increíble ver aparecer la Vega de Liordes.

La Vega y el sector de Peña Remoña.

La Vega y el sector de Peña Remoña.

Siguiendo el cortado hacia el Noroeste, encontraremos un camino que baja a la Vega de Liordes sin dificultad alguna. Ahora en dirección sureste, vamos dejando a nuestra derecha los prados hasta alcanzar las Minas de Liordes. Aquí comienza el largo descenso de Los Tornos de Liordes, que en seco no presenta ningún problema; pero con la caminata que llevamos encima se hace bastante pesado al final… Menos mal que las vistas sobre el parador de Fuente De nos ayudan a pensar en que llegaremos enseguida… Y así llegaremos a nuestro punto de partida tras una gran jornada. Ya solo quedará cambiarnos, hidratarnos y regresar a casa; eso sí, haciendo una paradita en Potes para comprar queso Picón. ¡Salud!

En busca del camino que baja a la Vega.

En busca del camino que baja a la Vega.

El sendero baja pegado a la pared hacia la Vega.

El sendero baja pegado a la pared hacia la Vega.

Atrás van quedando los prados de Liordes.

Atrás van quedando los prados de Liordes.

Camino de Los Tornos de Liordes.

Camino de Los Tornos de Liordes.

Cada vez más cerca de Fuente De.

Cada vez más cerca de Fuente De.

Últimos metros de nuestra travesía.

Últimos metros de nuestra travesía.

 

El track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5658426

Canal al Pico Cortés.

Publicado: 5 May, 2011 en Picos de Europa
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Esta es la segunda y última jornada de nuestro fin de semana por Picos de Europa. En esta ocasión madrugamos un poco más y tras darnos todo un festín en el desayuno del Albergue Briz, comenzamos a caminar desde el centro de Espinama hacia nuestro objetivo: el Pico Cortés.

Los primeros pasos de esta jornada nos llevan a través de la Ruta de La Reconquista (GR-202); una pista parte del centro del pueblo paralela al río Nevandi (NE). Vamos ganando altura poco a poco a través del bosque, los árboles carecen de hojas y nos dejan ir admirando las paredes del Pico de Valdecoro y el Cueto Redondo a nuestra izquierda.

Así progresamos por el tramo de pista, que se hace largo, hasta los invernales de Igüedri. Desde esta majada pastoril vemos como el Coriscao tampoco hubiera sido mal objetivo para este día; parece un pastel de merengue… Aprovechamos para sacar unas fotos y seguimos por la pista hacia la Portilla del Boquejón, puerta de entrada a los Puertos de Áliva.

Paredones del Valdecoro y Cueto Redondo desde los invernales.

Las vistas son buenas en Igüedri.

Zona del Coriscao y los invernales de Igüedri.

Portillas del Boquejón.

Ahora el camino se allana y progresamos hacia el Norte, con el Macizo Central a nuestra izquierda y el Oriental a la derecha. Dejamos un primer cruce a nuestra derecha para seguir de frente, y más adelante (cota 1469m.) encontramos otra bifurcación en la que optamos por el camino de la derecha, hacia Sotres. Aquí comienza un breve descenso que nos lleva a la ermita de La Virgen de Las Nieves, curiosa edificación que ofrece una bonita imagen con el Peña Vieja tras élla.

Continuamos por la pista con el Cortés de fondo.

Peña Vieja queda a nuestra izquierda.

A la derecha, hacia Sotres.

Camino a la ermita.

Paramos para comer admirando el Macizo Central.

Es un paraje singular.

La Virgen de Las Nieves.

Seguimos adelante y poco después de sobrepasar una cuadra-refugio, encontramos a mano derecha el inicio de nuestro canal de ascenso al Pico Cortés. Desde abajo vemos varias posibilidades, y al principio dudamos un poco, ya que en este momento justamente se queda bloqueado mi GPS y dice “agur”. Así que decidimos tirar por la más evidente, la canal más amplia de todas que va dibujando una diagonal de derecha a izquierda. Empezamos a ganar altura por la dura pendiente y nos calzamos las botas y crampones justo cuando comienza la nieve; hasta ahora en mi caso venía con zapatillas.

Ya distinguimos la canal por la que subiremos.

Primeros pasos por la fuerte pendiente.

Al principio se trata de una amplia pala en la que se avanza con facilidad; después gana pendiente y se encajona llegando a una división de dos canales; en nuestro caso seguimos por el de la izquierda, aunque de haber querido subir al Prao Cortés, pensamos que hubiera sido mejor por el de la derecha. Yo me siento fuerte y tiro por delante de Kepa y Pedro que suben más tranquilos; la pendiente se acentúa bastante. Seguimos la canal hasta el final y después se encajona hacia la derecha en el tramo que más verticalidad coje; este es el momento en el que me toca pinchar, el sol pega de lo lindo y me fulmina de golpe, así que Kepa vuelve a coger las riendas y sigue abriendo huella. Superamos el paso clavando la punta del piolet y clavando bien los crampones y llegamos al fin al collado que queda entre el Pico y el Prao Cortés. Cual es nuestra sorpresa al ver que esta sería nuestra máxima cota del día… Para ir al Pico Cortés, debemos superar una travesía a nuestra izquierda que no pinta nada bien (expuesta); y si queremos ir al Prao, tenemos bajo nosotros una auténtica pared vertical de nieve de varios metros. Es tarde, intentar cualquiera de las dos posibilidades haría que nos alargásemos bastante; así que decidimos descansar y comer aquí y volver para abajo después.

Los crampones son necesarios desde el principio.

Primeros metros sobre la nieve.

Ganamos altura poco a poco.

A mayor altura, mejores vistas.

El canal se va encajonando.

Kepa y Pedro en el punto que el canal se divide en dos.

Vamos llegando a la parte con mayor pendiente del recorrido.

Kepa sube por delante de mí.

Pedro saliendo del canal.

Kepa echa un vistazo al paso hacia el Prao.

Estas son las vistas que tenemos desde lo más alto.

Inicio de la travesía hacia el Pico Cortés.

Pedro posa mientras yo descanso.

Foto de grupo.

Los primeros metros del descenso los hacemos de cara al suelo; más adelante ya, cuando la pendiente tumba algo más, la nieve se encuentra más “papa” y Kepa se anima a practicar el “culo-ski” para avanzar más rápido. Yo le imito después. Abajo volvemos a ponernos el calzado ligero y emprendemos el regreso por donde vinimos. Vemos un helicóptero rondar un buen rato la cima del Peña Vieja, deseamos que no haya ocurrido nada… Después, poco a poco y sacando las últimas fotos, continuamos por la pista en el largo descenso que nos llevará a Espinama; mientras comentamos el increíble calor que ha hecho durante toda la jornada.

Comenzamos el descenso.

Nos ponemos de cara al suelo.

Bajamos poco a poco.

Kepa se para a fotografiar una rana, al fondo el Castillo de La Llomba.

Volvemos a pasar junto a la cuadra-refugio.

Vista atrás al canal, se diferencia el punto donde se divide en dos.

Una perspectiva más amplia.

Nos acercamos a Portillas del Boquejón.

Al llegar a Espinama, conversamos con el dueño del albergue Briz y nos despedimos de él, asegurándole que volveremos algún día. Mochilas al coche y regresamos a casa; en resumidas cuentas: un fin de semana dificilmente mejorable.

Llegamos a Espinama.

 

 

El último fin de semana del invierno me junto con Kepa y su amigo Pedro de Mallorca (un saludo desde aquí Pedro), con la intención de hacer alguna invernal por Picos de Europa. Después del viaje nos hospedamos en Espinama, en el Albergue Briz; un lugar totalmente recomendable: nuevo, buen precio, cocina libre y sobre todo, acojedor por el trato con sus dueños. A la mañana siguiente, nuestro objetivo es el Tesorero, un clásico de Picos.

Tomamos el teleférico de Fuente Dé a primera hora, aunque como la primera salida es bastante tarde, tendremos que cargar con el calor del sol durante toda la jornada. Una vez estamos en la estación de El Cable, damos nuestros primeros pasos por el evidente camino dirección a los farallones de Peña Olvidada (N-NW). Pronto hacemos un flanqueo a la derecha para asomarnos a la Horcadina de Covarrobres, desde donde observamos el Pico Cortés; nuestro objetivo para el domingo.

El Peña Remoña destaca desde la estación de El Cable
 
 
 
Primeros pasos sobre el evidente camino.
 
 
Flanqueamos hacia la Horcadina.
 
Desde el collado vemos el Pico Cortés.

 

En este punto nos ponemos los crampones, ya que ahora toca ir cruzando una ladera a media altura, bajo las paredes del Peña Olvidada, hacia la Vueltona. Son varias las coladas de nieve que tenemos que atravesar, mientras vemos decenas de esquiadores que avanzan por el fondo del valle junto a los Pozos de Lloroza. Afrontamos un repecho justo cuando nos situamos bajo la cima del Peña Vieja. El calor empieza a hacer mella en nosotros y Kepa comienza a flaquear… Tras otros duros repechos, descendemos a una depresión desde donde ya divisamos el cercano refugio de Cabaña Verónica y al fondo el Tesorero.

Vamos ladeando.
 

 

A nuestra izquierda algunas de las cimas más importantes de Picos.
 
Encontramos continuos repechos en el camino.
 
El paso de los esquiadores dibuja curiosas formas en la nieve.
 
Ya podemos ver la última subida que nos dejará bajo Cabaña Verónica.
 

Afrontamos este repecho y dejamos la visita al refugio para la bajada, así vamos girando a nuestra derecha y nos acercamos al collado de Horcados Rojos; donde hacemos una parada para comer y recuperar fuerzas. Aquí Kepa parece resucitar y se pone al frente abriéndonos el camino. Desde el collado comenzamos a ascender por una pala que a nuestra izquierda, nos llevará a la ladera sureste del Tesorero. Flanqueamos con cuidado y después remontamos sobre la cornisa, siguiendo el cordal hasta la última rampa antes de llegar a la cima.

Tras superar la pala, con la Torre de Horcados Rojos detrás.

 

Por fin vemos el Urriellu.

 

Frente a nosotros la ladera del Tesorero.
 
Remontando la cornisa.
 
Vemos el tramo final y el resalte a superar.
 

Y aquí llega la parte más complicada del día, nos juntamos una docena de montañeros y comenzamos a superar una pared casi vertical de un par de metros en la que hay que ir cavando escalones. Después, tras superar esos dos metros, la pendiente tumba un poco, pero el suelo tiene una capa de hielo que se rompe en ocasiones… cada uno sube como puede y coronamos la cima: Pico Tesorero (2.568m.).

Todos en fila hacia el resalte.
 
Cada uno sube como puede por el tramo escarchado.
 
Una mirada atrás.

 

Contentos de haber hecho cima.
 

Tras sacar las fotos de rigor, buscamos una bajada alternativa; unos pocos metros más al norte, y descendiendo inicialmente de cara al suelo. A continuación un flanqueo a la derecha nos devuelve bajo el tramo vertical que tuvimos que ascender anteriormente y desde ahí ya la bajada es cosa sencilla. Tras volver al collado de Horcados Rojos, Pedro y yo subimos a Cabaña Verónica mientras que Kepa continúa su camino hacia El Cable. Resulta emocionante ver el refugio surgido de la cabina de disparo de un cazabombardero…

Por la bajada alternativa, mucho más fácil.
 
Flanqueamos para volver a nuestra huella.
 
Otro vistazo al resalte cuando bajamos.
 
De regreso por la cornisa.
 
Pasamos a la ladera denuevo.
 
Cabaña Verónica, siempre sorprendente.
 
El lugar invita a quedarse un buen rato descansando.
 
Ultima mirada al Tesorero antes de dejar el refugio.
 

Unas fotos y continuamos el camino hacia la estación; el regreso lo hacemos por el fondo del valle esta vez, por donde vimos ascender a los esquiadores a la mañana, pasando por los Pozos de Lloroza. Un sol sofocante hace que la vuelta al teleférico se nos haga larga, pero una vez allí (Kepa nos espera tras haberse tomado unas birras), terminamos la jornada con una gran satisfacción.

Pasamos por los Pozos de Lloroza al bajar.
 
 
Murallones de Peña Olvidada.
 
Alegría al finalizar la jornada.

 

*Algunas fotos son de Pedro.