Después de haber ascendido a La Mira en Gredos, pusimos rumbo a Candelario (junto a Béjar, Salamanca) con la intención de ascender el día siguiente a los techos de Salamanca (Canchal de la Ceja) y Cáceres (El Torreón, que a su vez también es el techo de Extremadura). Para coronar las cumbres, realizamos un recorrido circular de 17 km y 1000 m de desnivel acumulado, partiendo de la Plataforma del Travieso y pasando por las cimas de Calvitero, Canchal de la Ceja, el Torreón y Los Hermanitos, para después regresar por la impresionante Hoya Moros.
En Candelario pasamos la noche en el Hostal El Pasaje, donde cenamos a gusto y disfrutamos de una habitación digna de luna de miel… Pero antes que eso nos dedicamos a hacer un poco de turismo por el que según un cartel, es uno de los pueblos más bonitos de España. La verdad que es un pueblo acogedor, y llama la atención la doble puerta de la que disponen las casas, utilizada antiguamente para poder ventilar la casa cuando había que preparar los embutidos, según nos explicó un lugareño.
Al día siguiente ascendemos con el coche por la carretera que lleva desde el mismo pueblo directamente hasta la Plataforma del Travieso (1850m). Partimos desde una altitud considerable ya, lo que hace que el desnivel a superar no sea excesivamente duro. Desde el comienzo del aparcamiento, un sendero asciende entre los piornos (SE) y nos lleva a la fuente de La Goterita (2320m). Aquí gira hacia el S-SW y se alcanza la meseta, por la que llegaremos a la primera cima del día en pocos minutos: Calvitero (2397m). Cerca de la cima había una figura de una virgen, ahora destrozada; y el buzón que de momento sigue en pie.
El siguiente objetivo está a la vista, simplemente tendremos que seguir el cordal y remontar la loma de roca descompuesta hacia el este, a la vez que dibujamos una media luna para coronar el Canchal de la Ceja (2428m). No encontramos rastro del buzón con forma de cohete que jalonaba la cima, pero disfrutamos de una agradable panorámica de las Lagunas de El Trampal que se encuentran bajo la cara norte de la montaña.
El cordal desciende (SW) al collado (2308 m) que nos separa de la cumbre de Talamanca, mientras dejamos a nuestra derecha el paraje de Las Agujas y a la izquierda en el fondo del valle, la Laguna del Duque. Remontamos la ladera para coronar el Alto de Talamanca (2394 m) y desde aquí seguir los hitos que desviándose un poco a la izquierda, nos guían al acceso del Paso del Diablo. Se trata de una chimenea compuesta de enormes bloques (II), que está equipada con una cadena para facilitar su paso. Una vez que hemos bajado, seguimos el sendero que lleva a la cima del Torreón (2400 m), mientras vemos a nuestra espalda cómo hay otra chimenea equipada con una sirga para sortear el Paso del Diablo. En la cumbre del techo de Cáceres, encontramos el vértice sobre una torre de piedras. A continuación, visitaremos también la cima sur del Torreón, la cual nos ofrece mayor resguardo del viento y aprovecharemos para llenar los estómagos.
Como habíamos preparado la ruta de un día para otro debido a la meteo, no teníamos un camino de regreso diferente previsto; pero al norte del cordal veíamos un valle por el que parecía factible realizar el retorno a nuestro punto de partida. Suerte tuvimos en ese momento de topar con un montañero que conocía la zona, y nos explicó que se trataba del circo glaciar de la Hoya Moros y que una serie de hitos nos guiarían hasta nuestro objetivo. Así pues, descendemos camino al collado de los Buitres (2283 m) y no podemos evitar la tentación de atacar a las cumbres de Los Hermanitos. La cumbre oriental es la más altiva (2329 m) y tiene un acceso algo comprometido, ya que hay que trepar por el granito (II). Mientras tanto la cumbre occidental (2322 m) que es la más sencilla, es la que posee el buzón.
Regresando al collado, una serie de hitos (E-NE) nos guían en el acceso a la Hoya Moros, allí donde nace el río Cuerpo de Hombre. El sendero avanza serpenteante entre enormes rocas de granito, dónde los escaladores suelen disfrutar de vías de bloque de gran dureza. Lo cierto es que cuando te sumerges en este lugar, te enamora. Aunque puede que perdamos los hitos durante un rato, remontaremos la Loma de la Culebrilla (N) y volveremos a recuperar el sendero; el cual se irá adentrando en un campo de piornos bajo la cima del Calvitero. Tras cruzar la vaguada de un arroyo, nosotros giramos a la derecha para retomar el sendero inicial, pero también es posible continuar de frente para terminar en el final del aparcamiento; os recomiendo esta última opción, ya que nos tocó caminar sobre los piornos unos 50 m. Y de esta forma terminamos la ruta, contentos de haber regresado por la Hoya Moros, ya que regresar por el cordal se nos hubiera hecho pesado y además descubrimos un rincón que nos pareció increíble. Os lo recomiendo.